24 enero 2006

AH, LA VIDA!

Si mostrase un par de pantuflas graciosas, regaladas por un buen amigo, pues estaría muy bien... y es que las pequeñas tonterías que ocurren todos los días nos hacen (o nos deben hacer) pensar en qué es realmente importante... y por fin, hoy, tras varios siglos irredentos de estrés diario por mi falta de puntualidad, he decidido comprar una... no es una puntualidad de aquellas inglesas, que parecen que funcionan solas y que siempre estás a la hora en los sitios, ni tampoco aquellas japonesas que te hacen estar cinco minutos antes para así poder llegar cinco minutos a algún otro lado, y así mostrar ufano y contento como has aprovechado el tiempo; ni siquiera es de aquellas puntualidades Canarias, con una hora menos en el zurrón... no, ni tampoco es de aquellas puntualidades de determinadas zonas sureñas o latinas, que están muy bien pero al final no funcionan y no son puntualidades ni nada, son meros , como decirlo, meros retrasos... y eso, para qué engañarnos, venía de serie en mí (mayor sostenido)... pues no, la mía es una humilde y efectiva puntualidad de obligado español... sí, de esas que la mayoría de gente acaba comprando para que determinado personaje perverso (revestido de amigo) deje de cabrearse cada vez que uno llega un poco tarde... y es que la ciencia avanza que es una barbaridad, y chica, cosa mala... porque , ¿qué se ha hecho de aquel ingenioso truco de los amigos del retrasón de quedar con él un cuarto de hora antes? era perfecto!! si llegabas tarde, no pasaba nada porque llegabas a la hora... y si llegabas pronto, pagabas el castigo de ser tan retrasón... pero eso sí, nadie te decía aquello de horario tal, horario cual, o aquello de "pero esta vez no te retrases"... como si fuese un deporte... simplemente es una cualidad, negativa para algunos, pero en el fondo, nos guste o no, absolutamente neutra y que, en el fondo, te da un punto de importancia y de distinción respecto al resto...pues ¿cuántos de los puntuales consigue crear el misterio sobre su cierta presencia en un evento? y es que, pensando, pensando, me doy cuenta de que en todo lo importante, emocionante, aceptado o trascendente te hacen esperar... o acaso no esperamos una hora en el Notario, o en el médico, o en un concierto, o para adquirir cualquier tipo de entrada para un espectáculo, o para acceder a un recinto en el que sucederán cosas emocionantes (como un partido de fútbol)... y es que lo hacemos, porque la espera vale la pena... entonces, no crees que vale la pena esperarme cinco minutos? yo te esperaría...y de hecho, he esperado... si tienes una novia, esperas por obligación SIEMPRE... si vas a buscar a alguien a casa, esperas por defecto... SIEMPRE... y a mi jamás se me ha ocurrido decirle a nadie que estoy hasta el moño de esperar... y podría decir que es porque soy más alto, más guapo, más rubio y tengo los ojos más azules que nadie (y podría decirlo) pero no, es porque, en realidad, no tengo autoridad moral para hacerlo: YO LLEGO TARDE A TODOS LADOS!! llegué tarde a mi nacimiento, a mi primer día de clase, a mi Primera Comunión, a la boda de cada uno de mis hermanos, me querían echar del cole por llegar tarde todos los días... me han esperado en el dentista, en los aeropuertos, sólo falta la Casa Real... y de ahí lo interesante...
Pero...ahora que lo pienso... debería vender mi puntualidad... sí señor...y mantener el halo misterioso de mi presencia...
En fin, podría estar horas contándolo, pero me voy que he quedado (y ya llego tarde)... Ah, la vida!

1 Comments:

Blogger Elena said...

tardón!!!!

8:13 p. m.  

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