Cuando las ciudades hablan
¿No habéis sentido nunca que las ciudades quieren contarnos algo?
Es esa sensación que te llega en un susurro cuando paseas por sus calles una tranquila noche de primavera, o mientras las recorres en coche una mañana cualquiera bajo el cielo gris y sobre el suelo mojado.
Se empeñan en contarte cómo es su carácter, en desnudar su intimidad, y abrazarte como quien se siente falto de cariño, olvidado en un rincón.
Y es que Córdoba es Imperial, llena de señorío, del que no se aprende en ninguna escuela, del que nace con uno en la cuna. Elegante, que no pedante. Noble, no altiva. Sobria que no lejana. Conquistadora de culturas y razas, que nunca ciudad conquistada.
Y miro yo en sus calles, las casas blancas, vestidas de volantes amarillos, los tejados recién lavados y los naranjos estrenando su viejo traje verde oscuro, que parecen esperar el paso de una cortejo.
Por un callejón estrecho asoma un arco mozárabe que me guiña su ojo contándome como a sus pies se hizo historia. Y frente a él, al otro lado de la calle, la muralla cristiana, le contesta que ella sabe muchas mas.
En una esquina imponente, como un cíclope, un templo romano, mira con mal disimulado enfado el ruido y el polvo de esas obras que algún concejal considera un gran proyecto de futuro pero que a él le hacen sentirse desnudo como si violasen su personalidad y robasen sus secretos.
Y en una plaza pequeña y perdida, una blanca esquina esconde una sinagoga siempre alabada, siempre añorada, por aquellos que se fueron de ese su barrio adorado, que conserva su nombre y su encanto.
Y el Guadalquivir, elegante y tranquilo, fluye con nostalgia bajo sus pies, acariciando suavemente con sus aguas lo que todos consideran su mayor tesoro: ese patio de naranjos y palmeras, esos arcos repujados llenos de misterio, que huelen a traiciones y leyendas a los que unos llaman catedral y otros llamaron mezquita.
Orgullo de los Omeyas que vinieron del este, y que sin quererlo se enamoraron de la ciudad como yo esta gris mañana de otoño en la que Córdoba me contó como era.
(Esto no lo he escrito yo, no recuerdo quien lo hizo)
1 Comments:
Bienvenida!!! Tendré que ir a Córdoba...Besitos
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