03 noviembre 2005

Respuesta a: No creo en la eternidad de las peleas.

No pretendo hacer de esta carta una regañina, ni nada que se le parezca, pero cuando leo cosas como tu carta anterior, me entra una tristeza enorme en el cuerpo. Porque no me gusta ver pasar una mal rato a la gente que quiero, y no tengo una varita mágica que me permita borrar los malos momentos de la vida, y congelar los nuevos. Porque gracias a Dios, no he perdido la ingenuidad de mis 10 años, cuando creía que era posible que el Sha de Persia se entendiese con Jomeini hablando y no fuese necesaria una guerra.

Quiero que vaya por delante, que sepas que entiendo tus sentimientos, que considero que es lógico y normal que pienses así y que tienes razón, que sé que es difícil hablar cuando uno no quiere hacerlo, pero apelando a mi espíritu “metomentodo”, y aun a costa de que me fusilen por todas partes, quiero proponerte un juego muy interesante, y que generalmente gusta poco al ser humano: vamos a intentar ponernos en la cabeza de los otros.

¿Qué pasa si pensamos casi lo mismo que piensas tú?. Que estamos cansados de que el resto de la gente sea perfecta y no tenga nunca fallos; que no nos tengas en consideración, y pienses que todo lo que hacemos carece de valor y de sentido. Que pasa si crees que no estamos a la altura y o somos como tú de buenos y fantásticos. Que hemos entregado mucho y solo nos llamas cuando tienes un problema.

Pues pasa que nos duele un montón y que la única salida que se nos ocurre es la de la canción de Perales: irnos calladamente, a ponernos la diadema de princesa en nuestro castillo inexpugnable de ultra muros. Que lo mejor es dejar que los demás sigan sus vidas y escondernos en un rincón lejano donde no llegue su dedo acusador. Que es más fácil olvidarnos de todo y de todos y perdernos cosas fantásticas contigo.

Porque quizás ni nosotros mismos lo sepamos pero estamos pasando una época difícil. Porque vemos que la gente ha encontrado su papel de estrella en la vida y a nosotros no nos gusta el papel que tenemos en la obra. Porque en el fondo somos muy sensibles y frágiles y tenemos miedo al fracaso y la soledad. Porque en resumen, a lo mejor sí que nos creemos un poco los reproches que nos dicen, y no sabemos cómo dar más sentido a nuestras vidas. Porque sin saberlo estamos pidiendo a gritos ayuda y no nos dejamos ayudar.

Elena: ya te lo he dicho, no es contra ti, creo al contrario que es por ti. Y creo que te conozco algo y que pensarás estas palabra un rato. ¡Por favor, no te rindas!. Si entre todos lo intentamos, puede que lo consigamos. Y si necesitas algo, ya sabes donde estoy.

1 Comments:

Blogger Elena said...

De ti nunca pensaría que es contra mi...

Varias puntualizaciones:

1- Es posible que la gente piense lo mismo que yo y que por eso se retraiga...con una diferencia, yo siempre intento hablar si meto la pata, y siempre intento saber qué he hecho mal y pedir perdón. Una vez hecho esto, no voy a seguir detrás de la gente si no me quiere hablar. Somos todos mayorcitos para tonterías quinceañeras. Así que, si alguien espera que me arrastre por el suelo para pedir perdón, lo siento, no lo voy a hacer.

2- Yo llamo a poca gente cuando tengo problemas :)) mejor dicho, solo llamo a un persona, creo. La única que nunca me pedirá nada a cambio, ni se sentirá molesta ni preocupada cuando la llamo. La única que ha estado a mi lado siempre.

3- Todo el mundo es libre de largarse de los sitios cuando le plazca, y todo el mundo es libre de permanecer o no al lado de la gente. La cuestión es dejar de mirarse el ombligo, y yo la primera, para darse cuenta que cuando uno se va deja inexorablemente vacios dificiles de llenar. Y sobre todo, se deja a gente que podría aportarnos grandes cosas en la vida. Pero a veces, conviene irse y dejar cosas y gente atrás. Hay situaciones que no son sanas, y que conviene no perpetuar.

4- Hay situaciones que he pensado hasta el infinito, y que intentado aclarar. Las doy por perdidas. No me merece la pena. No las personas, si no, los disgutos que estas conllevan.

5- No me rindo, nunca lo he hecho. Simplemente, desisto, paso, me importa un comino, lo dejo. No me compensa.

Mil gracias por estar ahi, aunque sea para abrirme los ojos a la realidad. Un besote y ya sabes donde estoy .

PD: el tema no iba referido a nadie en particular, simplemente fue una reflexión hecha a raiz de un comentario de una amiga. Por tanto, espero que nadie se de por aludido y que nadie se coma el tarro con posibles historias para no dormir.

8:54 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home