Uno y dos son tantos
El dia ha sido largo... y ahora, a la luz de un poquito de por favor, con los dedos asi como grasientos y con olor a queso de pizza, con el perro al lado que parece todo de algodon como platero (y yo) puedo decir y digo que yo tengo una barca, mecachis, en la mar. Y, ademas, puedo decir que he pasado un fin de semana (que terminó hace ya tres dias) muy enormemente genial. Que bonito es recorrer 700 km para pasar un fin de semana rodeado de gente con la que disfrutas tanto. Ella me acogió como un hermano. Y fue hospitalaria, genial, grande, buena y como siempre mas divertida que una peli de Pajares y Esteso.
Simplemente eso. Me retiro ya en busca mi unicornio azul, que se me ha perdido ayer. Se fue.